Hemos preparado nuestro crumble de cordero con cordero desmigado picante y magro, calabacines, berenjenas y garbanzos en conserva, y lo hemos rematado con una sabrosa cobertura de crumble de queso Cheshire. Es una receta invernal realmente cálida, perfecta para comer o cenar en un día frío.
Pre-calentar el horno a 180°C/fan 160°C/gas 4. Caliente una cacerola grande y añada el cordero, dorándolo a fuego fuerte hasta que se dore. Añadir la cebolla y el ajo, reducir el fuego y cocinar durante unos 5 minutos, removiendo a menudo.
Mientras tanto, asar las rodajas de berenjena durante unos 2 minutos por cada lado para que se ablanden. Incorporar las especias y hierbas, el puré de tomate y el vino tinto o el agua a la mezcla de cordero y cocer a fuego lento durante 5 minutos. Añadir el calabacín, las pasas y los garbanzos, y retirar del fuego. Sazonar con pimienta negra.
Poner la mitad de la mezcla en una fuente de horno profunda. Colocar la berenjena encima y añadir el resto de la mezcla de carne picada, nivelando la superficie. Dejar enfriar unos minutos mientras se prepara la cobertura.
Tamizar la harina en un bol y añadir la mantequilla hasta que la mezcla parezca pan rallado. Incorporar el queso Cheshire desmenuzado. Espolvorear sobre la mezcla de cordero desmigado y hornear durante 30-35 minutos.
Ingredientes
Instrucciones
Pre-calentar el horno a 180°C/fan 160°C/gas 4. Caliente una cacerola grande y añada el cordero, dorándolo a fuego fuerte hasta que se dore. Añadir la cebolla y el ajo, reducir el fuego y cocinar durante unos 5 minutos, removiendo a menudo.
Mientras tanto, asar las rodajas de berenjena durante unos 2 minutos por cada lado para que se ablanden. Incorporar las especias y hierbas, el puré de tomate y el vino tinto o el agua a la mezcla de cordero y cocer a fuego lento durante 5 minutos. Añadir el calabacín, las pasas y los garbanzos, y retirar del fuego. Sazonar con pimienta negra.
Poner la mitad de la mezcla en una fuente de horno profunda. Colocar la berenjena encima y añadir el resto de la mezcla de carne picada, nivelando la superficie. Dejar enfriar unos minutos mientras se prepara la cobertura.
Tamizar la harina en un bol y añadir la mantequilla hasta que la mezcla parezca pan rallado. Incorporar el queso Cheshire desmenuzado. Espolvorear sobre la mezcla de cordero desmigado y hornear durante 30-35 minutos.