Descubre el auténtico sabor de la cocina tradicional con nuestra receta de conejo guisado al ajillo. Este plato clásico combina la ternura del conejo con la intensidad aromática del ajo en una deliciosa fusión de sabores que satisfará hasta los paladares más exigentes. Nuestra receta te llevará paso a paso a través de la preparación, desde dorar el conejo hasta lograr una salsa ajillosa perfecta. Con ingredientes frescos y simples, podrás disfrutar de un plato que evoca la esencia de la cocina casera.
En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega los trozos de conejo y dóralos por todos lados hasta que estén bien dorados. Retira el conejo de la cazuela y resérvalo. En la misma cazuela, agrega las láminas de ajo y sofríelas a fuego medio hasta que estén doradas y fragantes.
Regresa el conejo dorado a la cazuela. Agrega el vino blanco, la ramita de romero y la hoja de laurel. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cubre la cazuela y deja cocinar a fuego lento durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que el conejo esté tierno y la salsa se haya reducido y espesado.
Ajusta el sazón con sal y pimienta al gusto. Sirve el conejo guisado al ajillo caliente, espolvoreado con perejil fresco picado para darle un toque de color y sabor. Puedes acompañarlo con arroz, patatas al horno o pan. ¡Buen provecho!
Ingredientes
Instrucciones
En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega los trozos de conejo y dóralos por todos lados hasta que estén bien dorados. Retira el conejo de la cazuela y resérvalo. En la misma cazuela, agrega las láminas de ajo y sofríelas a fuego medio hasta que estén doradas y fragantes.
Regresa el conejo dorado a la cazuela. Agrega el vino blanco, la ramita de romero y la hoja de laurel. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cubre la cazuela y deja cocinar a fuego lento durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que el conejo esté tierno y la salsa se haya reducido y espesado.
Ajusta el sazón con sal y pimienta al gusto. Sirve el conejo guisado al ajillo caliente, espolvoreado con perejil fresco picado para darle un toque de color y sabor. Puedes acompañarlo con arroz, patatas al horno o pan. ¡Buen provecho!