
Descubre el delicioso sabor del almíbar de miel, una opción saludable y natural para endulzar tus postres favoritos. Nuestro almíbar casero de miel es la alternativa perfecta a la azúcar refinada, con una textura suave y un sabor dulce y agradable que realzará el sabor de tus pasteles, bizcochos, frutas y más. Preparado con miel de alta calidad y sin conservantes artificiales, nuestra receta de almíbar es una opción deliciosa y saludable para los amantes de la repostería. ¡Agrega un toque de dulzura natural a tus creaciones culinarias con nuestro almíbar de miel y sorprende a tus seres queridos con postres irresistibles!
Poner la miel y el agua en una olla pequeña a fuego medio-bajo. Cocer hasta que la miel se disuelva por completo, 1-2 minutos. Colóquelo en un tarro resistente al calor, llévelo a temperatura ambiente y ciérrelo con una tapa antes de guardarlo.
Puedes utilizar el almíbar con alimentos para desayuno y productos horneados: Rocíelo sobre tortitas, waffles o pincélelo sobre pasteles para darles sabor a miel. También es una buena opción si sigues una dieta.
Si alguna vez has intentado disolver la miel en agua fría (o en cualquier otro líquido frío), sabrás que es casi imposible hacerlo. Primero hay que diluirla en agua caliente.
Sin embargo, esto no significa que haya que hervirla. La miel no debe calentarse rápidamente a fuego directo. Porque el calor excesivo puede tener efectos perjudiciales sobre el estado nutricional de la miel.
Por eso no queremos llevarla a ebullición. En lugar de eso, nos limitamos a disolver la miel en agua para diluirla y facilitar su mezcla en bebidas y alimentos con mayor rapidez.
Lo mejor de todo es que tarda unos 2 minutos en disolverse por completo, por lo que no hay que esperar demasiado frente al fogón.
El almíbar simple de miel puede durar hasta 1 mes si se guarda en un recipiente hermético en la nevera.
Ingredientes
Instrucciones
Poner la miel y el agua en una olla pequeña a fuego medio-bajo. Cocer hasta que la miel se disuelva por completo, 1-2 minutos. Colóquelo en un tarro resistente al calor, llévelo a temperatura ambiente y ciérrelo con una tapa antes de guardarlo.
Puedes utilizar el almíbar con alimentos para desayuno y productos horneados: Rocíelo sobre tortitas, waffles o pincélelo sobre pasteles para darles sabor a miel. También es una buena opción si sigues una dieta.
Si alguna vez has intentado disolver la miel en agua fría (o en cualquier otro líquido frío), sabrás que es casi imposible hacerlo. Primero hay que diluirla en agua caliente.
Sin embargo, esto no significa que haya que hervirla. La miel no debe calentarse rápidamente a fuego directo. Porque el calor excesivo puede tener efectos perjudiciales sobre el estado nutricional de la miel.
Por eso no queremos llevarla a ebullición. En lugar de eso, nos limitamos a disolver la miel en agua para diluirla y facilitar su mezcla en bebidas y alimentos con mayor rapidez.
Lo mejor de todo es que tarda unos 2 minutos en disolverse por completo, por lo que no hay que esperar demasiado frente al fogón.
El almíbar simple de miel puede durar hasta 1 mes si se guarda en un recipiente hermético en la nevera.