Esta sencilla receta de pastel de calabaza es para los que queremos sabores puros de calabaza y especias sin nada más en medio. El azúcar moreno y 2 tazas de puré de calabaza prometen un gran sabor y una textura extra húmeda. Por sí solo es maravilloso, ¡pero te encantará el suave y ácido glaseado de queso crema por encima!
Precalentar el horno a 177°C (350°F) y engrasar un molde de 9×13 pulgadas. En esta receta se utilizó un molde de cristal.
Bate la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato, la sal, la canela y la especia para pastel de calabaza en un bol grande. Reservar. Bate el aceite, los huevos, el azúcar moreno, el azúcar granulado, la calabaza y el extracto de vainilla hasta que se mezclen. Verter los ingredientes húmedos en los secos y batir con una batidora hasta que estén completamente mezclados. La masa quedará espesa.
Extender la masa en el molde preparado. Hornear durante 30-36 minutos. Los tiempos de horneado varían, así que vigila el tuyo. El bizcocho estará hecho cuando al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Si la parte superior o los bordes de la tarta se doran demasiado rápido en el horno, cúbralos ligeramente con papel de aluminio.
Saque la tarta del horno y colóquela sobre una rejilla. Deje que se enfríe por completo. Después de unos 45 minutos, suelo meter la tarta en el frigorífico para acelerar el proceso.
En un bol grande, con una batidora de mano o de pie equipada con un accesorio de pala o batidor, bata el queso crema y la mantequilla a velocidad alta hasta que estén suaves y cremosos. Añada 3 tazas de azúcar glas, la vainilla y la sal. Bata a velocidad baja durante 30 segundos y, a continuación, cambie a velocidad alta y bata durante 2 minutos.
Si desea que el glaseado quede un poco más espeso, añada 1/4 de taza más de azúcar glas (yo lo añado). Extender el glaseado sobre el pastel enfriado.
Refrigerar durante 30 minutos antes de servir. Esto ayuda a fijar el glaseado y facilita el corte. Cubre bien el pastel sobrante y guárdalo en el frigorífico durante 5 días.
Ingredientes
Instrucciones
Precalentar el horno a 177°C (350°F) y engrasar un molde de 9×13 pulgadas. En esta receta se utilizó un molde de cristal.
Bate la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato, la sal, la canela y la especia para pastel de calabaza en un bol grande. Reservar. Bate el aceite, los huevos, el azúcar moreno, el azúcar granulado, la calabaza y el extracto de vainilla hasta que se mezclen. Verter los ingredientes húmedos en los secos y batir con una batidora hasta que estén completamente mezclados. La masa quedará espesa.
Extender la masa en el molde preparado. Hornear durante 30-36 minutos. Los tiempos de horneado varían, así que vigila el tuyo. El bizcocho estará hecho cuando al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Si la parte superior o los bordes de la tarta se doran demasiado rápido en el horno, cúbralos ligeramente con papel de aluminio.
Saque la tarta del horno y colóquela sobre una rejilla. Deje que se enfríe por completo. Después de unos 45 minutos, suelo meter la tarta en el frigorífico para acelerar el proceso.
En un bol grande, con una batidora de mano o de pie equipada con un accesorio de pala o batidor, bata el queso crema y la mantequilla a velocidad alta hasta que estén suaves y cremosos. Añada 3 tazas de azúcar glas, la vainilla y la sal. Bata a velocidad baja durante 30 segundos y, a continuación, cambie a velocidad alta y bata durante 2 minutos.
Si desea que el glaseado quede un poco más espeso, añada 1/4 de taza más de azúcar glas (yo lo añado). Extender el glaseado sobre el pastel enfriado.
Refrigerar durante 30 minutos antes de servir. Esto ayuda a fijar el glaseado y facilita el corte. Cubre bien el pastel sobrante y guárdalo en el frigorífico durante 5 días.